Ohana significa viva el gobierno gringo
- Ivania Vejar T.
- 11 jun
- 2 Min. de lectura
La esperada versión live action de Lilo & Stitch ya se estrenó el pasado 22 de mayo, pero como la mayoría de los últimos live actions de Disney, no llegó sin polémica. Aunque se presenta como un homenaje a uno de sus clásicos más queridos de los 2000, en las redes surge la pregunta de si esta adaptación es realmente fiel… o si terminó traicionando el espíritu original.
La cinta animada de 2002 fue revolucionaria por mostrar una historia de amor familiar atípica: dos hermanas hawaianas sobreviviendo juntas, lidiando con la pérdida, la precariedad, y con una criatura alienígena que llegó de forma repentina, pero se volvió parte de su "ohana". Además, fue una de las primeras veces que Disney se alejó de sus protagonistas blancas para contar una historia desde la perspectiva de una niña nativa hawaiana.

Pero esta nueva versión deja varias señales de alerta. Desde volver villano al querido Jumba, hasta la representación edulcorada de trabajadores sociales (quienes históricamente han sido responsables de separar a niños de la isla de sus familias), el remake parece suavizar todo lo que en su momento fue disruptivo. A eso se suma que Nani, la hermana mayor, y quién lucha para poder quedarse con su hermanita, es separada de ella y de la isla… lo que contradice totalmente el mensaje original.
Las críticas apuntan también a un “blanqueamiento” cultural, ya que gran parte del elenco no representa con fidelidad los rasgos o raíces del pueblo hawaiano, ni la esencia de los queridos personajes. En vez de celebrar esa diversidad, la película parece diluirse bajo una estética genérica de remake nostálgico.
Entonces, si “ohana significa familia”¿por qué esta nueva versión parece más preocupada de quedar bien con el gobierno estadounidense que de homenajear la historia que nos enseñó que la familia nunca nos abandona?
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