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Tierra blanca

El crecimiento imparable de Martin White

  • Foto del escritor: Catalina Palma R.
    Catalina Palma R.
  • 1 dic
  • 3 Min. de lectura

El crecimiento de Martín White en la música no ha sido abrupto ni forzado: ha sido orgánico, constante y, sobre todo, auténtico. En pocos años, el artista chileno pasó de subir canciones casi como un juego a convertirse en uno de los nombres más fuertes de la guaracha a nivel latinoamericano, con millones de reproducciones, giras internacionales y un Disco de Oro en México que confirma su impacto fuera de Chile.


Todo comenzó desde la curiosidad. Antes de ser cantante, Martín soñaba con producir música electrónica. Admiraba a DJs internacionales, experimentaba con beats y buscaba su sonido sin una estrategia clara de industria. Ese camino lo llevó al freestyle, al reggaetón y finalmente a una identidad propia donde el humor, la energía y la cultura callejera chilena se transformaron en su sello.


El primer gran punto de inflexión llegó en 2022 con “V16”, una canción inspirada en un ícono urbano reconocible para cualquier chileno: el auto tuneado, los parlantes fuertes, la música sonando sin pedir permiso. El tema explotó en TikTok de manera inesperada, impulsado por un video grabado en una micro y por una actitud genuina que conectó con miles de personas. Cuando María Becerra se sumó al challenge, el crecimiento dejó de ser solo local y pasó a ser regional.


Lejos de quedarse en el fenómeno viral, Martín White entendió que el siguiente paso era consolidar un proyecto. Así llegaron canciones como “Wacha Loca”, “Guarachette” y “Fashionista”, donde comenzó a pulir su sonido y a definir la guaracha como su territorio creativo. No como una moda, sino como una propuesta musical clara: ritmos acelerados, electrónica mezclada con reggaetón y una energía pensada para la pista de baile.


Ese proceso de maduración explotó definitivamente con “Chingón”, su mayor hit hasta la fecha. La canción no solo acumuló más de 56 millones de reproducciones en YouTube, sino que lo llevó a girar por México, donde agotó nueve fechas en Ciudad de México y recibió un Disco de Oro otorgado por Sony Music Entertainment México. Un logro que confirma que su crecimiento ya no depende de algoritmos, sino de público real.


En paralelo, Martín fue ampliando su propuesta más allá de los singles. En 2025 lanzó su disco “WORLDWAI”, que ingresó al Top 6 de los álbumes más escuchados en Spotify Chile, demostrando que su proyecto tiene cuerpo, narrativa y proyección. Su estética, su marca personal y hasta su línea de ropa responden a una visión global que mira más allá de las fronteras.


El crecimiento también se ha visto en los escenarios. Desde presentaciones en Chile hasta shows en Argentina, México e incluso Ibiza —donde compartió escenario con el DJ GORDO—, Martín White ha ido ganando confianza, presencia y conexión con audiencias cada vez más diversas. Su próximo concierto en el Teatro Coliseo, programado para este 18 de diciembre de 2025, marca otro hito en su consolidación como artista en vivo.


Hoy, con solo 22 años, Martín White ya no es “el chico del viral”. Es un artista firmado por un sello internacional, con un sonido reconocible, una fanaticada en expansión y un futuro que apunta a colaboraciones globales y giras cada vez más ambiciosas. Su nueva canción “Ay Bonita”, que ya se mueve con fuerza en TikTok incluso antes de su estreno oficial, es una prueba más de que su crecimiento sigue en alza.


La historia de Martín White es la de un artista que entendió que el éxito no se construye solo con hits, sino con identidad, constancia y conexión real con la gente. Y todo indica que su evolución en la música recién comienza.

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